martes, 7 de noviembre de 2017

Historia.

El género de los 80.

Como movimiento literario y como eslogan, el cyberpunk empezó hacia 1980.Despego cuando William Gibson introdujo la nueva era en la trilogía que comenzó en 1983 con Neuromante, y se incorporó al vocabulario de la Ciencia Ficción hacia 1985, justo cuando los medios de comunicación se enteraron de la existencia del termino y empezaron a utilizarlo incesantemente. Algunos escritores de Ciencia Ficción hicieron buen uso de ello: Bruce Sterling, después de seleccionar Sombras en un espejo, la definitiva antología cyberpunk, en 1986, nunca ha sentido reparos en hablar del movimiento. Otros, como Gibson, se sienten visiblemente incómodos con lo que se ha convertido en un tópico.

Tal vez tengan razón al sentirse molestos, o tal vez sean demasiado sensibles. Los medios de comunicación siempre se han aprovechado de todo aquello que han creído comprender, y pronto se distraerán con cualquier nueva situación (como la realidad virtual, por ejemplo).Mas importante es el hecho de que, aunque el termino Cyberpunk sea relativamente nuevo, las realidades a las que se apunta (y las metáforas que emplea para describir esas realidades) tienen una larga historia.

Los prototipos del Cyberpunk.

Parece que siempre nos remontamos a Mary Shelley, y en este caso tenemos buenos motivos para pensar que Frankenstein es un buen punto de partida. Hay algo en este relato oscuro, atmosférico e iluminado por los relámpagos que nos hace sentir que el barón Frankenstein se ha quedado enzarzado en una enorme y sucia maquina mundial. El baron se parece un poco a Case, el héroe de Gibson.

Frankenstein es víctima de su desmedido orgullo, que le ha hecho creer que es el amo del nuevo mundo de la ciencia, y lo paga caro; Case es víctima de su propia audacia callejera, y se convierte en un peón en las manos de los nuevos dioses del ciberespacio.

Casi todas las grandes ciudades de Europa, tal como fueron descritas en el siglo XIX por escritores como Eugene Sue, Charles Dickens o Fedor Dostoievski, son ciudades Cyberpunk. Tienen violencia, la sensación de que la vida es un teatro o un espectáculo, oscuros e intrincados laberintos donde viven en secreto sociedades criminales, y la sensación de que el verdadero poder se encuentra en otras manos que no son las de los gobernantes oficiales. Londres (que Gibson y Sterling recrearon en The Difference Engine, su novela de Ciencia Ficción con una versión de una dictadura del siglo XIX que gobierna mediante un ordenador) es puro cyberpunk.

Así, cuando llegamos al siglo XX y encontramos a una nueva criatura bajo el cielo (el detective privado), hay algo enormemente familiar en ese Los Ángeles de Dashiell Hammett, o Raymond Chandler o James M.Cain, que influyo enormemente a los primeros escritores cyberpunk de los 80.Sam Spade, el cartero que siempre llama dos veces, y Philip Marlowe son los modelos directos para los cowboys del ciberespacio, que se enfrentan a la maquinaria mundial armados con su sabiduría callejera y sus códigos privados de conducta. Como cada uno de ellos tiene su propio sentido del honor, son como caballeros sin tabla redonda. Son existencialistas genuinos, mucho después de que el término haya quedado en desuso.

Héroes Cyberpunk.

Las historias de Ciencia Ficción que apuntan el camino del cyberpunk incluyen la novela de Bernard Wolfe Limbo (1952), un salvaje relato poscatástrofe donde aparecen prótesis y mutilaciones, todo contado en un tono negro y pesimista; ¡Tigre!¡Tigre! de Bester; La naranja mecánica, de Anthony Burgess, y varias novelas de William S.Burroughs, como El almuerzo desnudo y Nova Express. Algunos libros de Ballard, Brunner, Delany, Dick, Moorcock y Thomas Pynchon también ocupan zonas de este territorio; todos describen mundos complejos desde abajo, y muchos presentan personajes que fracasan por completo en la conquista de esos mundos. Algunos personajes son pillos callejeros, como Jerry Cornelius, de Moorcock, pero al igual que los héroes del cyberpunk no comprenden para que sirve su inteligencia. El Case de Gibson no sabe nada de ordenadores, excepto como usarlos.Estos héroes son como surfistas que conocen el movimiento de las olas, pero ignoran todo lo relativo al océano.

El Conocimiento es Poder.

Los iconos visuales del genero cyberpunk proceden del cine y, excepto por no haber prestado atención al hecho de que el mundo será gobernado por los ordenadores, el clásico Blade Runner, de Ridley Scott, sería el primer ejemplo del nuevo camino al futuro. Hay calles deterioradas y un sentido de vacío moral al que debe responder el protagonista, que tal vez sea una criatura artificial. Es cyberpunk en la forma en que trata al mundo, como un motor complejo, con objetivos que ya no son reconocibles como humanos.


Nota: Estos fragmentos han sido recogidos de La Enciclopedia Ilustrada de Ciencia Ficcion de John Clute

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